Germán Alarco Tosoni
El hombre, en todos los tiempos, ha pretendido predecir el futuro para conocerlo y después amoldarlo a sus necesidades e intereses. Es un ejercicio permanente. Para los adivinos, oráculos, chamanes y sus variantes, el futuro era una realidad única o predeterminada. Cuando se creó el análisis prospectivo, este se concibió como una realidad múltiple donde coexisten diferentes futuros posibles; de estos hay algunos que son más o menos probables (futuribles) y también se puede identificar el futuro deseable.